Este cuadro pertenece a una colección de obras de Julian Beever, un artista callejero britanico que se dedica a dibujar con tizas en las calles europeas todo tipo de cosas. Quizá las más espectaculares sean sus anamorfosis, de las cuales aquí incluyo ésta no por ser de las más llamativas sino por lo paralelepipédico del motivo.